Transdisciplinariedad
como Dinámica Interactiva para la Transformación Recíproca de las Ciencias del
deporte:
Modelo de Reforma para la Atención del
Talento Deportivo
Solo la variedad puede
absorber variedad
Ley de la
variedad requerida de Ashby
La
transdisciplinariedad pretende comprender las disciplinas relacionadas en un
campo/sujeto/objeto/contexto específico,
en este caso las ciencias del deporte y la actividad física, asimismo
busca la compresión del mundo presente a partir de la unidad del conocimiento,
se interesa en la dinámica de la acción presente en distintos niveles de
realidad, en la aparición de nuevas lógicas y en la emergencia de la
complejidad.
Existen muchas
limitaciones del lenguaje para expresar acontecimientos tan ricos como la
realidad de la actividad deportiva, por tanto, surge la necesidad de doblegarlo
a la ciencia, sin que pierda su identidad, en busca de alternativas
conceptuales, en integración con las bases transdisciplinarias del deporte, que
faciliten su operacionalización y funcionamiento.
El ser humano,
desde los albores de los tiempos y a través de las diferentes manifestaciones
de su civilización, siempre ha mostrado un interés por comprender el entorno
con el que interacciona. Mediante la inteligencia y el raciocinio, no ha cesado
en su constante empeño por explicar la realidad con la que se relaciona, dando
lugar a la generación de una serie de paradigmas explicativos de dicha
realidad, entre los que se encuentra la ciencia.
Dentro del
paradigma científico se han constituido áreas de especialización, las cuáles se
han ido diversificando cronológicamente por cuestiones que tienen que ver con,
la necesidad de acotar el campo de estudio para poder abarcar y debatir de
forma real el cuerpo de conocimientos necesarios; y, como medio para establecer
barreras disciplinares a modo de campo de batalla donde poder justificar una, a
veces innecesaria, oposición dialéctica, más preocupada de desdecir a otra
disciplina que de generar conocimiento.
Ambas cuestiones
constituyen las dos caras de la misma moneda que es actualmente la ciencia
moderna, si bien es cierto que mientras siga existiendo la tendencia a buscar
el enfrentamiento sobre la mejora, se seguirá fomentando una desintegración de
la propia ciencia, que interesa más a determinadas mentes que a la comunidad
científica en sí misma.
Las relaciones
disciplinares es sinónimo de esforzarse por involucrar varias de estas
disciplinas en un mismo centro de interés. No obstante, la situación de
indefinición terminológica de estos conceptos relacionales tiene como
consecuencia directa el uso intercambiable de unos y otros, avocando a la
pérdida de identidad y despojando de la importancia que tales conceptos tienen
en su aplicación. A continuación se tratará su abordaje conceptual:
-
Multidisciplinariedad: También conocido como pluridisciplinariedad, hace
referencia a un proceso yuxtapuesto de disciplinas de forma aditiva, no
integrativa. De esta forma, las perspectivas disciplinarias no cambian, sólo se
contrastan, el conocimiento diseñado por el enfoque multidisciplinar respeta
los límites entre las disciplinas que intervienen en el proceso. Por lo tanto,
con respecto al objeto de estudio es tratado desde diferentes disciplinas
simultáneamente, aunque de forma separada.
-
Interdisciplinariedad: Se entiende por la síntesis de dos o más disciplinas,
estableciendo un nuevo nivel de discurso e integración del conocimiento, la
interdisciplinariedad analiza, sintetiza y armoniza las relaciones entre
disciplinas dentro de un marco coherente y coordinado. En referencia al objeto
de estudio, realiza un tratamiento de la cuestión mediante transferencia
metodológica entre disciplinas.
Para abordar el
concepto de transdisciplinariedad, es necesario revisar la influencia de la
comprensión de las relaciones disciplinares al estudio de las manifestaciones
de la motricidad humana; al final de la década de los ochenta, se enunciaban
como el conjunto de conocimientos y técnicas que componen la actividad física,
las cuales pueden organizarse en el contexto de las ciencias mediante la
estructura denominada Ciencias de la Actividad Física.
En los años
noventa, se definió que el estudio de las ciencias de la actividad física,
queda entroncado mediante diferentes áreas científicas de estudio. Según esta
definición, la actividad física y el deporte son abordados
multidisciplinarmente, desde los conceptos y métodos de las disciplinas con las
cuáles se relaciona, abordándose las vicisitudes de las manifestaciones
motrices, desde el continuo que ofrecen las perspectivas aplicadas de cada una
de estas disciplinas.
El concepto de
ciencias de la actividad física y del deporte ha sido, durante mucho tiempo y
por tradición, el conjunto vacío comprendido entre las disciplinas que han
interaccionado entre sí: Física, Biología, Psicología, entre otras. La
constitución como conjunto vacío es debido a la indefinición del objeto de
estudio al referirnos a manifestaciones motrices, donde todas las disciplinas,
como se ha visto con anterioridad, tienen algo que decir, cada una bajo su
prisma y método, sin necesidad de colaborar entre ellas.
Perspectivas básicas y
aplicadas a las ciencias de la actividad física y del deporte
PERSPECTIVA BÁSICA
|
ÁREAS PROPIAS
|
ÁREAS APLICADAS
|
TECNOLOGÍA
|
|
FÍSICA
|
BIOMECÁNICA CINÉTICA, CINEMÁTICA
|
BIOMECÁNICA DEPORTIVA
|
ANÁLISIS DE LA TÉCNICA DEPORTIVA
|
|
QUÍMICA
|
FISIOLOGÍA DEL EJERCICIO
|
MEDICINA DEPORTIVA
|
NUTRICIÓN DEPORTIVA
|
|
COMPORTAMIENTO MOTOR
APRENDIZAJE, DESARROLLO Y
CONTROL
|
PSICOLOGÍA DEPORTIVA
|
TÉCNICA DE ENTRENAMIENTO PSICOLÓGICO
|
||
BIOLOGÍA
|
||||
DIDACTICA DE LA EDUC. FÍSICA
|
TÉCNICA DE ENSEÑANZA DE LA EDUC. FÍSICA
|
|||
PSICOLOGÍA
|
||||
SOCIOLOGÍA
|
CIENCIAS SOCIALES DE LA ACTIVIDAD FÍSICA
|
SOCIOLOGÍA DEL DEPORTE
|
ENCUESTAS Y MUESTREOS
|
La gestación de
las ciencias de la actividad física y del deporte ha sido la consecuencia
interdisciplinar (que no multidisciplinar) de la interacción entre estas
disciplinas; un cuerpo de conocimientos capaz de generar tecnología propia sobre
el estudio de un objeto bien definido como es el de las manifestaciones
motrices humanas.
Esta situación,
fruto de la adopción del método científico por parte de las ciencias de la
actividad física y del deporte, ha generado (y genera aún) situaciones de
tensión paradigmática entre el nuevo cuerpo de conocimientos y las disciplinas
básicas originarias que interaccionaron para constituir el mismo (Biología,
Física, Química, Psicología, Sociología).
Asimismo, nos
vemos avocados, como ha sucedido anteriormente entre las disciplinas básicas de
la ciencia moderna, únicamente contribuye a frenar el avance de la misma, ya
que gran parte del esfuerzo integrado en la vanguardia de cada disciplina se
orienta a refutar o delimitar una cuestión tan incontenible como es la
generación de conocimiento.
Es precisamente
por cuestiones concretas como esta, por las que se hace necesario replantear la
forma en que las distintas disciplinas interaccionan entre sí, naciendo de esta
forma el concepto de transdisciplinariedad. El concepto transdisciplinar
establece sus raíces, por tanto, en las limitaciones del cuerpo de relación
entre disciplinas, estableciendo un estado paradigmático que trasciende a las
mismas.
En este sentido,
la transdisciplinariedad es una concepción global de la conexión última entre
todas las disciplinas, no sólo la ciencia, sino que todas las actividades
humanas, en este caso las actividades físicas y deportivas, parecen responder a
un todo unitario, parte de la unidad universal, siendo por esto mismo, que los
conceptos unidad y diversidad no deben
entenderse como opuestos, sino como complementarios.
El concepto
transdisciplinar establece sus raíces, por tanto, en las limitaciones del
cuerpo de relación entre disciplinas, estableciendo un estado paradigmático que
trasciende a las mismas. En este sentido, la transdisciplinariedad es una
concepción global de la conexión última entre todas las disciplinas.
Desde esta
perspectiva, no sólo la ciencia, sino que todas las actividades humanas, en
este caso las actividades físicas y deportivas, parecen responder a un todo
unitario, parte de la unidad universal, siendo por esto mismo, que los
conceptos unidad y diversidad no deben
entenderse como opuestos, sino como complementarios.
En el ámbito de
las actividades deportivas, la transdisciplinariedad debería ser el enfoque
encargado de impulsar la creación de nuevos conocimientos, despojándose de los
encorsetamientos y clichés cognoscitivos habituales. Todo ser humano
involucrado en este proceso, debería interesarse por la ciencia y preocuparse
por generar conocimiento que contribuya a toda la comunidad científica, no
solamente a su propio ámbito disciplinar.
Las ciencias de
la actividad física y del deporte, así como el resto de las áreas
disciplinares, tendrán éxito en el momento que dinamicen sus esfuerzos sin la
preocupación de perder la autonomía que durante tanto tiempo han perseguido.
Este objetivo debe ser primordial: la eliminación de las barreras y tensiones
entre la comunidad científica para generar una corriente sinérgica de
conocimiento, constituida como única vía para retomar el interés científico por
explicar la realidad, excluyendo cualquier interés ajeno a dicha motivación.
Promover la
detención y desarrollo del talento desde la transdisciplinariedad en el
deporte, como se propuso en párrafos anteriores, puede ser estudiada desde la
complejidad, para superar lo fácil, la imagen geométrica con la que
tradicionalmente la representamos. La posibilidad de construir conocimiento
científico en este entorno, pasa por
someterse a la búsqueda restringida de teorías de alcance intermedio, se deberá
entonces, posibilitar una tecnología de evaluación, prescripción e intervención
mayor, en la metodología de formación en el proceso.
En
correspondencia con esta concepción, las situaciones que nos plantea la
transdisciplinariedad en el deporte como medio para la atención del atleta,
deberían ser orientadas sobre la revisión de los conocimientos teóricos en los
que sustentar la intervención y la prescripción de tareas y esfuerzos en los
participantes de estas actividades,
asimismo, en la variedad de saberes que se encuentran en las denominadas
ciencias de la actividad física y del deporte.
Este objetivo
debe ser primordial: “La eliminación de las barreras y tensiones entre la
comunidad científica para generar una corriente sinérgica de conocimiento”,
constituida como única vía para retomar el interés científico por explicar la
realidad, excluyendo cualquier interés ajeno a dicha motivación.
En relación a lo
expresado, podríamos indicar que la atención integral al talento, afronta
situaciones y contextos con propiedades emergentes, en donde se requiere de la
integración de estas ciencias con el proceso de captación y desarrollo, entre
las diversas propiedades hare mención a tres de las que considero relevantes.
Carácter procesal:
la captación y desarrollo del talento deportivo, es un proceso de intervención
de uno o más entrenadores sobre un principiante que dura algunos años y abarca
una parte variable de la vida deportiva de una persona. La idea de proceso y el
encuadre en el marco de la vida
deportiva de un sujeto es una de sus características esenciales a
tener en cuenta. A menudo la vida
personal interfiere en la vida
deportiva y trunca los esfuerzos acumulados tras varios años.
Conocer las
expectativas futuras de los niños y jóvenes, más allá del deporte, pueden
ayudar a una mayor comprensión y racionalización en su conjunto. En otro orden
de cosas, al observar este proceso no
puede omitirse una referencia a los resultados,
ya que por concepto todo se organiza en torno a unos resultados. En este caso, que
el resultado a perseguir sea la performance
deportiva, su logro dependerá de dos elementos claves:
Perseverancia: Si no hay perseverancia deja
de ser un proceso racional. La perseverancia no depende de factores biológicos,
sino de factores psicológicos y sociales. Una parte importante de los
mecanismos que propician la perseverancia caen bajo el control de los
entrenadores (relaciones con el deportista, diseño de los entrenamientos) y del
entorno social que envuelve los entrenamientos (grupo de pares, apoyo familiar,
ofertas alternativas del entorno, etc.).
Sistematización: Tiene por objeto
reducir la incertidumbre que caracteriza el proceso. Cuando se empieza a
trabajar con un talento, no resulta posible predecir los resultados que puede
alcanzar en el futuro. Intervienen diversos factores biológicos, psicológicos y
sociales en esta cuestión. Las condiciones biológicas y psicológicas cambian,
como también son susceptibles de cambio las condiciones sociales, cambiar de
entrenador, de residencia, de amistades, de categoría, etc. La función fundamental
de la sistematización en todas las etapas, es proyectar las cargas de
entrenamiento y competición de un modo racional, así como registrar
periódicamente variables fundamentales en la vida deportiva del sujeto para el
conocimiento de otros entrenadores en el futuro.
Dentro de la
sistematización se debe considerar:
Búsqueda de la performance deportiva a largo plazo: Por lo general este
proceso se lleva a cabo con sujetos que están en un periodo de crecimiento y
maduración sostenido, esto es, que dura varios años. Plantearse objetivos deportivos ambiciosos en
edades tempranas introduciendo grandes volúmenes de entrenamiento o una acusada
orientación competitiva puede acarrear un desgaste psicológico importante
propiciando el abandono antes de que el sujeto alcance su plenitud. La pérdida de motivación e
ilusión por competir es uno de los determinantes más importantes del abandono
de la competición. Los mecanismos que lo propician son fundamentalmente los
entrenamientos rutinarios y aburridos y la presión en la competición.
La atención
integral a este talento, debe posibilitar el alcance del mejor performance (en
relación a sus expectativas) en el momento que le corresponde. No se trata
tanto de alcanzar, en términos absolutos, la mejor performance que un
deportista pueda dar en su vida deportiva, sino de alcanzarla en el momento en
que puede dar sus mejores frutos. En esta cuestión se parte del reconocimiento
de que un deportista que brille en las edades infantiles y juveniles no tiene por
qué brillar necesariamente en su vida deportiva adulta. Y a la inversa, un
deportista que no sea brillante en las edades infantiles puede brillar en su
vida deportiva adulta.
No obstante lo
dicho, hay un proceso de selección natural en el contexto de la competición
deportiva que interfiere en la búsqueda de la performance a largo plazo. La
naturaleza de esa selección natural tiene diversos componentes. Por una parte,
componentes psicológicos relacionados con el proceso de maduración de la
capacidad de razonamiento. A medida que los niños maduran se tornan más capaces
de evaluar la parte que corresponde al esfuerzo y a la habilidad en los
resultados.
De tal modo, que
cuando los esfuerzos que se dedican al entrenamiento no dan los frutos
apetecidos los deportistas se retiran o reducen su compromiso con el entrenamiento.
La edad a la que se alcanza esta maduración cognitiva está en torno a los 12
años, propiciando un mayor abandono a partir de esta edad. Se trata de un
proceso natural de selección psicológica porque tiene a la maduración de la
capacidad de razonamiento como elemento determinante de la perseverancia. Por
otra parte, existen componentes genéticos en la selección natural indicada.
La expresión que
la tradición popular ha acuñado para caracterizar acontecimientos que truncan
el potencial deportivo de un sujeto joven es, “que se queman” o los “queman”.
Se trata de una creencia asentada en la sabiduría popular con cierto
fundamento. Para evitar los abandonos prematuros, el desgaste competitivo y un
frenazo temprano de la performance, es preciso temporalizar el proceso de
intervención.
Los elementos
que distorsionan la performance a largo plazo son diversos y tienen mucho que
ver con aspectos psicológicos y sociales. Uno de los aspectos que más se han
resaltado reside en la errónea idea de concebir a los niños como pequeños
adultos. El deporte infantil y juvenil tiende a reproducir la misma cultura del
deporte adulto. Se sobredimensiona la competición y se entrena para ella, de
tal modo que la competición pasa de ser un medio para convertirse en un fin.
Esta
recomendación no sólo va en la línea de intentar evitar que el deporte se
convierta en un problema pedagógico, sino también en la línea de que los
esfuerzos que entrenadores e instituciones dedican en la formación de
deportistas aumente sus frutos a largo plazo.
Potencial de performance desigual según la edad de
comienzo: Puestos
a perseguir la performance a largo plazo mediante programas sistemáticos de
entrenamiento, cabría señalar que el efecto de tales programas no sería igual
si el sujeto se inicia a los 10 años, a los 14, a los 18 o más tarde. Ha de
tenerse en cuenta el desarrollo humano es discontinuo, esto es, que expresa ritmos de evolución
desigual a lo largo del ciclo vital. El potencial de estimulación del hombre no
es el mismo en todas las etapas de su vida. Es generalmente aceptado en el
campo de la psicobiología que los resultados del aprendizaje están en función
del estado madurativo de la
persona. Concebida la maduración como
el modo en que la naturaleza organiza, asimila y adapta las experiencias
humanas resulta lógico pensar que los entrenamientos tendrían un efecto
distinto según fuera el estado y momento madurativos. Las potenciales de
performance que un mismo sujeto puede alcanzar en deportes depende de diversos
factores.
La genética es
responsable del desarrollo de sujetos excepcionales, esto es, de sujetos que se
alejan mucho de los perfiles normales de población, tal cual son los grandes
campeones. La investigación en este campo solo ha permitido establecer
relaciones empíricas de la genética con un número limitado de factores
biológicos determinantes de la performance deportiva tales como el peso, la
estatura, la adiposidad, la fuerza, el VO2 Max., entre otros. En ocasiones
también los diseños de investigación incluyen medidas sobre los ascendientes de
los niños (padres, madres).
Estos diseños
han permitido a los investigadores formarse una idea de la proporción de
variabilidad fenotípica que puede atribuirse a los genes. Las medidas
utilizadas son por lo general coeficientes de correlación y porcentajes de
variabilidad fenotípica que quedan explicados por la herencia genética. En
general, estos estudios han permitido abordar la cuestión de la heredabilidad,
esto es, el grado o porcentaje en que un determinado rasgo puede ser heredado
de sus padres. Hay que tener en cuenta que los genes no permiten explicar el
100% de la variabilidad fenotípica de un determinado rasgo, ejemplo, el VO2 Max
y que una proporción más o menos importante de la variabilidad existente entre
individuos, sean gemelos o simplemente hermanos, hay que atribuírsela a las
condiciones del entorno.
Otro aspecto
relevante y que depende de la integración planteada entre el desarrollo del
talento y las ciencias del deporte, es lo referente a las cargas en los
entrenamientos. La carga es un factor muy debatido, se señala que además de
estar relacionada con las características del deporte en cuestión, tiene que
ver con la edad y etapa de desarrollo biológico alcanzado, debe además tenerse
en cuenta el régimen de carga-descanso, que permita una adecuada asimilación y
recuperación del atleta.
Características Morfológicas: Los huesos
contienen gran cantidad de tejidos cartilaginoso. El proceso de osificación de
las distintas partes del esqueleto está lejos de haber concluido La columna
vertebral es muy flexible, su musculatura está escasamente desarrollada, lo
cual los hace susceptible a las deformaciones. Se caracterizan además en que se
refuerzan los músculos y ligamentos, aumenta su volumen, se incrementa la
fuerza muscular general. Los músculos grandes se desarrollan antes que los
pequeños.
El ejercicio,
junto con una alimentación adecuada, es esencial para estimular el crecimiento
óseo, el ejercicio afecta primariamente el ancho del hueso, la densidad y su
fuerza y secundariamente o no afecta su longitud, el incremento de la masa
muscular con el crecimiento y el desarrollo es debido primariamente a la
hipertrofia individual de las fibras musculares, a través del incremento de los
miofilamentos y miofibrillas, el aumento en la longitud del músculo se logra
debido a la suma de sarcómeros y por el aumento de la longitud de los
sarcómeros existentes.
Estudios en
animales han demostrado que los ejercicios con alta sobrecarga producen huesos más
fuertes, gruesos y más compactos. Esto no debe ser directamente extrapolado
hacia los niños y jóvenes pero permite observar una tendencia biológica. El
riesgo de lesiones debido al entrenamiento con sobrecarga en niños es muy bajo,
por el contrario es una medida de prevención para la protección articular. Sin
embargo el abordaje metodológico debe ser muy cuidadoso
Nuevas investigaciones confirman que los programas de musculación
diseñados para niños son viables, siempre que los mismos sean conducidos y
supervisados por docentes competentes, capacitados para trabajar
específicamente con niños. Se parte del erróneo
concepto de que las pesas son sinónimo de la fuerza muscular máxima. Sin
embargo, en las plazas o lugares de recreo deportivos, los niños efectúan
cargas en los límites de la mayor intensidad con las argollas, las sogas para
trepar y utilizando su propio peso corporal, pero sin la utilización de pesas.
Con las pesas se
puede desplegar no solamente fuerza máxima, sino también desarrollar otras
capacidades, determinadas las mismas en forma sutil e individual. Obviamente
con los pequeños y los adolescentes, no debemos trabajar para la búsqueda
estricta de fuerza máxima; no debemos trabajar o recargar su sistema
osteomioarticular, con cargas que incidan negativamente sobre su desarrollo,
sea con o sin pesas.
Ello no quita
que los niños y los adolescentes no puedan trabajar con pesas, siempre que el
nivel de exigencia esté muy por debajo de la máxima capacidad y cuyo fin
consista en: apuntalar su desarrollo
somatofuncional y desarrollar la coordinación neuromuscular incrementando el
acervo motor.
Características Fisiológicas: Las
posibilidades funcionales de los sistemas vegetativos del organismo infantil se
caracterizan por los siguientes síntomas:
- La
capacidad de trabajo de los niños en estas edades es inferior a la de los
mayores, ellos se fatigan pronto en tareas monótonas y se recuperan con la
misma FACILIDAD.
- Los
órganos y sistemas vegetativos se desarrollan más lentamente que las facultades
que encaminan libremente sus movimientos, empieza la etapa de maduración,
dependiendo de diversos factores
Características Motrices: Los niños presentan
una precisión limitada para grandes amplitudes del espacio, tiempo y de
esfuerzo muscular, son capaces de valorar las características del espacio el
tiempo y la fuerza necesaria para hacer movimientos sencillos, capacidad que
puede mejorar con una preparación especial. Adquieren gran habilidad y agilidad
que pueden conservarse si se entrenan adecuadamente. Existe cierto control
consciente de los movimientos.
- Sistema Nervioso:
La relación mutua de los procesos de excitación o inhibición (base de
contención del autocontrol) se hace más estable aunque la tendencia a la
excitación es muy grande, de ahí la inquietud y a la inconstancia de la
atención en los procesos del aprendizaje, por lo cual será importante la
exigencia de la disciplina en las distintas actividades.
-
Procesos Psíquicos. Desarrollo de la Percepción: La observación,
les permite encauzar la percepción que junto a la atención y razonamiento
adquiere la forma de observación encauzada y voluntaria, estos aspectos se van
desarrollando en el transcurso de todo el proceso.
En la actualidad se presentan muchas informaciones, de carácter científicas
acerca de las concepciones neurofisiológicas y su relación con el aprendizaje
motor, así como la participación de los hemisferios cerebrales en tal proceso,
donde se destacan los estilo de aprendizaje, según la forma del funcionamiento
o estado fisiológico del cerebro, peculiaridades del proceso de aprendizaje del
deportista, entre otros elementos importantes. En tan sentido partimos de la
unidad estructural y funcional del subsistema nervioso central, constituido por
aproximadamente 10 000 millones de neuronas, altamente especializadas y, a la
vez, interrelacionadas entre si, conformando una red compleja y con
posibilidades de recibir información, procesarla, analizarla y elaborar
respuestas.
En el proceso de aprendizaje que lleva al conocimiento de aspectos
concretos de la realidad objetiva, el influjo o entrada de información tiene
lugar a través de estructuras especiales conocidas con el nombre genérico de
receptores o analizadores. En estas estructuras funcionales del organismo
humano se originan señales electromagnéticas (llamadas potenciales de acción)
que son derivadas hacia el subsistema nervioso central por vías centrípetas
especificas; precisamente las referidas señales electromagnéticas son las
portadoras de la información que del cambio ocurrido en el entorno del
individuo llega finalmente a diferentes áreas o fondos neuronales del
subsistema nervioso central donde dejan una huella, reflejo del cambio ocurrido
que, de producirse en base o como consecuencia de determinada cantidad y
calidad de información recibida, quedará retenida en forma de memoria neuronal
o nerviosa y que se va a expresar fenoménicamente, en el contexto del proceso
enseñanza-aprendizaje, como conocimiento, producto de lo que se ha aprendido a
la señal de una estimulación adecuada, en cantidad y calidad, de los ya
mencionados analizadores sensoriales.
Considerándose el cerebro, como la bese fisiológica de la actividad
psíquica del individuo, debemos señalar, como en su estructura está formada por
una certeza cerebral, la cual constituye, en su conjunto, el sustrato material
de la neuropedagogía centrada en la interacción entre el referido órgano como
tal y el comportamiento de los llamados sistemas de aprendizaje, en los cuales
las neuronas se relacionan funcionalmente a través de las llamadas estructuras
sinápticas para establecer cadenas, más o menos largas según el número de
integrantes, y constituir así los llamados engramas sensoriales o de influjo
informacional y los de tipo motor (que tienen como sustrato material a vías
centrífugas que partiendo del subsistema nervioso central llegan a los
efectores), en correspondencia con las respuestas emitidas a punto de partida
de situaciones informacionales específicas o de otras con semejanza.
Es por ello que las actuales concepción neurofisiológica, acerca del
aprendizaje no entran en paradoja con ninguna otra concepción en cuanto a su
fundamento fisiológico, todo lo contrario, por cuanto desde la más simple
sensación hasta el más complejo, es decir los pensamiento, juicios, ideas,
conceptos, emociones e intereses, no se desarrollarían y surgirían como tales
sin la existencia de un sustrato material neuronal que, debidamente
interrelacionado en sus unidades constitutivas e influenciado por los múltiples
factores del entorno del individuo, constituye la fuente originaria de todos
estos procesos objeto de análisis en su constitución y desarrollo del
individuo.
Se considera que la percepción es un proceso cíclico, de carácter activo,
constructivo, relacionado con procesos cognitivos superiores y que transcurre
en el tiempo. La percepción se define como un proceso complejo que depende
tanto de la información que el mundo entrega, como de la fisiología y las
experiencias del sujeto afectado por las estimulaciones internas, externas o
propioceptivas.
Por tal motivo el ciclo de la percepción consta de dos fases; la primera, denominada preatentiva,
el individuo detecta la información sensorial y la analiza. La segunda fase; denominada construcción
personal, se produce el objeto perceptual específico.
La psicología del deporte, teoría del entrenamiento deportivo, la ciencia
cognitivista, entre otras, han demostrado que los procesos mentales tienen tres
claves de acceso a ellos, estas las utilizan todos los deportistas al captar,
la información que llega por los distintos sentidos o emitir información a
otros, por ello su fundamento fisiológico esta íntimamente ligadas con los
cinco analizadores:
- Visual (vista): Un deportista orientado visualmente
utiliza principalmente sus ojos para percibir el mundo que lo rodea, y utiliza
imágenes visuales para recordar y pensar. El deportista con un canal visual
aprende a través de la estimulación constante del canal visual.
- Auditivo (oído): El novel deportista prefiere sus
percepciones auditivas, depende de las palabras habladas para recoger su
información y guiar sus conductas. El alumno auditivo aprende con estímulos
auditivos: diferentes tonos de voz, necesita repetición de instrucciones,
utiliza este mecanismo para relacionar su aprendizaje.
- Kinestésico (olfato, gusto, tacto): Siente a través de la
experiencia corporal, Aprende con sensaciones corporales: relacionar
sensaciones, durante las relaciones sujetas de aprendizaje y perfeccionamiento
en el deporte.
En este sentido se resalta la importancia que tiene para la construcción
del conocimiento y el desarrollo de las habilidades motrices la especialización
de las percepciones, pues en su génesis encontramos como los analizadores sensoriales o sistemas
perceptivos implicados en el movimiento, permiten captar y elaborar la
información procedente del medio (explicaciones del entrenador).
Por ello, sigo afirmando que los analizadores son sistemas sensoriales parciales de regulación interna y externa,
que partiendo del momento de reflejo, permiten recibir, codificar, transmitir y
procesar la información, sobre la base de señales de una modalidad determinada,
de acuerdo a cada estimulación provocada. Dada la magnitud del reflejo se
estimula a la vez la percepción sensorial. La corteza visual, por ejemplo,
tiene áreas separadas de reconocimiento para el color, el
movimiento, las formas, la posición la dirección, etc., la misma estructura
presentan los otros sistemas sensoriales.
Las consecuencias pedagógicas derivadas de lo anterior, le confieren al
entrenador, la responsabilidad de brindar las condiciones necesarias de
práctica, que le permitan al novel deportista:
- Estimular todas las unidades de reconocimiento de cada
área del cerebro.
- Acceder a un vocabulario visual, táctil, cinestésico,
vestibular, áptico, y auditivo.
- Adquirir la mayor experiencia sensorial posible.
- Enriquecer su alfabeto sensorial.
Cada modalidad tiene sus características que las hace diferentes de las
otras. El aprendizaje y la ejecución de estas habilidades requieren la
constante intervención de la percepción (tanto exteroceptiva, propioceptiva o
intereoceptiva), adoptándose un estilo personal durante la iniciación
deportiva.
Atendiendo a
estos elementos, las representaciones de las acciones técnicas, tácticas o
estratégicas, constituyen las imágenes o huellas fijadas, retenidas y
reproducidas. Ellas constituyen la base de todas las acciones motrices y a su
vez de este proceso polimodal, ya que para que se dé, deben de utilizar el
potencial psicológico del prácticamente.
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